España vivió en este siglo XVI de una cultura humanista, influenciada por personas como Erasmo de Rotterdam, que defendía una cierta tolerancia, a una cultura intolerante y represiva que tendrá su mayor concreción en el ideario del Concilio de Trento y en la labor de la Inquisición.
La creación literaria estuvo fuertemente sujeta a la censura religiosa. La Inquisición se encargó de la represión y en 1559 el inquisidor general Valdés publicó el “Índice de libros prohibidos”. Prohibiendo muchas obras clave del siglo.
Pese a ello,la cultura española vivió una verdadera época de apogeo. Un género típicamente hispano como la picaresca alcanzó su culmen con obras como El Lazarillo de Tormes, el Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán. Aunque El Quijote fue publicado a principios de la siguiente centuria, Miguel de Cervantes inició su labor literaria en el siglo XVI.
Con respecto al arte, el Renacimiento español tiene una evolución muy compleja. Durante el siglo XV y principios del XVI se aprecia una continuidad de las formas góticas en las que se van intercalando elementos renacentistas italianos. Este primer Renacimiento es el que se suele denominar estilo plateresco por su minuciosa y rica decoración que recuerda el trabajo de los orfebres y plateros.
A partir del primer tercio del siglo XVI se produce una transformación notable con el triunfo definitivo de las corrientes renacentistas, cuya mejor muestra es el Palacio de Carlos I construido dentro de la Alhambra de Granada.
A partir de mediados del siglo XVI se comienzan a apreciar influencias manieristas. El Greco es el gran ejemplo.
Muerto Felipe IV en 1665 sube al poder su hijo Carlos II, persona incapacitada, física y mentalmente pasando a la historia con los sobrenombres de “el Hechizado” o “el Degenerado“.
Su reinado tiene dos etapas claramente diferenciadas: la regencia de su madre, Mariana de Austria, que durará desde la muerte de Felipe IV hasta 1675, y desde entonces hasta su muerte en 1700, su gobierno personal. En la primera fase la reina Mariana entregó el poder a su confesor el padre Nithard y posteriormente a Valenzuela, odiado por la nobleza al ser considerado advenedizo, lo que daría lugar a la formación de camarillas que disputarían el control del gobierno. Éste estaba formado por junta de cinco miembros, que habían sido designados por Felipe IV, debido a la incapacidad de su hijo. En el año 1668 se reconoce la independencia de Portugal. La economia del siglo XVII entra en una profunda depresión, adquiriendo su máxima gravedad.
Carlos II, que había muerto sin descendencia, nombró sucesor a Felipe de Anjou , nieto de Luis XIV de Francia y bisnieto de Felipe IV, quien fue coronado con el título deFelipe V. Acababa así la dinastía de los Habsburgo y llegaba al trono español la dinastía de los Borbones.
Muy pronto, sin embargo, se formó un bando dentro y fuera de España que no aceptaba al nuevo rey y apoyaba al pretendiente el Archiduque Carlos de Habsburgo. La guerra civil y europea estalló.
Muy pronto, sin embargo, se formó un bando dentro y fuera de España que no aceptaba al nuevo rey y apoyaba al pretendiente el Archiduque Carlos de Habsburgo. La guerra civil y europea estalló.
La guerra concluyó con la firma del Tratado de Utrecht en 1713.
El siglo XIX en España es un periodo crucial en la historia reciente de España marcado por cambios y trasformaciones políticas y sociales.
A lo largo del siglo XIX se invierte definitivamente el orden social y la burguesía pasa a controlar las decisiones políticas, sustituyendo a la nobleza y al clero (antiguo régimen). Por su parte, el pueblo llano tuvo cada vez mayor relevancia social al protagonizar las primeras revueltas reivindicativas del proletariado y alcanzar históricos derechos como el sufragio universal o el derecho a huelga.
A lo largo del siglo XIX se invierte definitivamente el orden social y la burguesía pasa a controlar las decisiones políticas, sustituyendo a la nobleza y al clero (antiguo régimen). Por su parte, el pueblo llano tuvo cada vez mayor relevancia social al protagonizar las primeras revueltas reivindicativas del proletariado y alcanzar históricos derechos como el sufragio universal o el derecho a huelga.
Hubo una división interna del país: por un lado, un reducido grupo de nobles e intelectuales ilustrados colaboraron con el nuevo régimen, se les conoció con el adjetivo despectivo de afrancesados. La mayor parte de la población y los militares lucharon contra el invasor. Pero incluso entre ellos hubo una división entre los tradicionalistas y los que defendían las ideas ilustradas y liberales (propias de la Revolución Francesa).
La guerra de la independencia se organizó mayoritariamente por el método de “la guerra de guerrillas”, pequeños ejércitos coordinados por las Juntas de Defensa: gobiernos populares alternativos al gobierno central francés.
De 1813 a 1820 se sientan los principios del régimen absolutista, Entre 1820 y 1823: Trienio Liberal .El malestar social contra el rey aumenta entre militares y liberales. De 1823 a 1833 “Década Ominosa” Es quizá la peor etapa del reinado de Fernando VII, aunque al principio tuvo que reorganizar el nuevo gobierno con algunas concesiones liberales que decepcionaron a una parte de la oligarquía más conservadora y radical que empezó a apoyar a su hermano Carlos María Isidro como futuro sucesor .
España padeció a finales del siglo XIX una grave crisis política que amenazaba el sistema de Monarquía parlamentaria basado en el turno de partidos. Esta crisis la intentaron detener tanto la Dictadura de 1923 y la República de 1931, aunque no lo consiguieron. El extremismo de la Dictadura no consiguió salvar el sistema ya que acompañó a la Monarquía hacia su caída. Después, la República no logró obtener el consenso de los españoles y la crisis se agravó hasta llegar a una ruptura violenta ya que desembocó en la Guerra Civil de 1936 que enfrentó a los españoles durante tres sangrientos años.
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